La historia del ERROR SIN INTENCION...

Cuenta la historia, que un frió día de mayo (me pregunto porque todas las historias siempre tienen que ver con ese mes O_o) En fin.... sin tanto palabreo la historia empieza así....

Ella: Creo que te pasa algo, no?
El: No, nada...
Ella: Estas seguro?
El: Si!
Ella: Estas seguro... SEGURO??
El: Si!

Después de un rato....

El: Creo que no
Ella: No que?
El: No estoy del todo bien
Ella: Que paso?
El: Cometí un error sin intención...
Ella: Esta bien, siempre cometemos errores sin intención...
El: Pero los errores sin intención no se repiten... ya que si se repiten son con " intención"
Ella: Da lo mismo, es un error...

El: Pero un error que se repite, es un error que se puede pasar por alto?

Ella: Umm depende

El: Depende de que?

Ella: De si estas dispuesto a perdonarte a ti mismo por ese error... y seguir caminando sin mirar atras... lo demas, solo son fichas en un tablero de ajedrez que hay que saber mover y no dejar que nos limiten para llegar a darle un JAQUE al REY...

Solo me pongo a pensar en el ser humano en si. Que complicados, que quejumbrosos, que obstinados, que erróneos. No hay ni un día en que no cometamos errores... mal intencionados o por casualidad. Los errores son parte de la vida, del crecimiento, de la experiencia. No hay vida sin caerse, ni historia que contar sin hechos vividos.

Cuantas veces cometemos errores sin intención?? Cuantas veces reconocemos que fueron sin intención?? Pero sobre todo, cuantas veces aceptamos que estamos en un error?

Hay que tener huevos para decir me EQUIVOQUE, pero hay que tener una docena de ellos para decir... “PERO SEGUIRE ADELANTE A PESAR DE TODO"

Y así debemos seguir... cada día es una pagina nueva... y hay que escribir en ella una nueva historia.

Final del cuento:

Ella pensó en que seria mejor de aquí en adelante??

y solo llego a una conclusión...

" El amor que le tiene , le dictó al corazón que el apoyo incondicional era lo mejor..."

Tengan en cuenta esto:

Dice el maestro:

Cuando decidimos actuar, es natural que surjan conflictos inesperados.
Es natural que surjan heridas en el transcurso de estos conflictos.
Las heridas se curan: quedan las cicatrices, y esto es una bendición.
Estas cicatrices permanecen con nosotros el resto de la vida, y nos van a ayudar mucho.
Si en algún momento, por comodidad o por cualquier otra razón, la voluntad de volver al pasado es grande, basta con mirar hacia ellas.
Las cicatrices nos mostraran la marca de los grilletes, nos recordaran los horrores del a prisión, y continuaremos caminando hacia adelante.